Nuestra Historia
La historia inició en el año 1566. El Virrey de la Nueva España Don Luis de Velazco otorgó tierras a orillas del Río Laja, al capitán Don Diego de Peguero quien las nombró como Estancia San Antonio la Petaca. Durante más de 150 años, “La Petaca” sirvió para dar cobijo a las tropas españolas que brindaban protección durante el transporte de plata de las Minas de Guanajuato, siendo parada obligada de las carrozas en la ruta al norte del país por el “Camino Real de Tierra Adentro”.
En el año 1750, la Hacienda fue vendida a Don Antonio de Lanzagorta Urtusuastegui, español de Castilla, quien le cambió el nombre a Hacienda la Petaca.
Un hecho histórico importante lo llevaron a cabo el hijo de Don Antonio de nombre Juan José Francisco Lanzagorta de Inchauregui y su amigo Ignacio Allende, quienes en La Hacienda la Petaca se reunían para planear el movimiento independista y actualmente son considerados como héroes nacionales.
Otro hecho histórico relevante fue el 16 de septiembre de 1810. Hacia las 3 de la tarde de ese día, un puñado de Insurgentes cruzó el Río Laja por la Hacienda la Petaca.
Algunos de sus jornaleros fueron de los primeros que se unieron a la causa de la Guerra de la Independencia. En el patio central de La Petaca se conservan algunos arcos originales que mandó construir Don Antonio de Lanzagorta en memoria de su tierra natal.
La Petaca, con más de 3,000 hectáreas en su tiempo, llegó a ser una de las haciendas más prósperas de la región. De productora de ganado a almacén de oro y plata. La Petaca rodeada de cienos mezquites, sus habitaciones conectadas por túneles y vías de escape, las dos capillas: Una dedicada a la Virgen de Guadalupe, la otra, al Patrón San Antonio de Padua. Su “Gallera” llena de leyendas, vestigios de acueductos y aguas termales seguirá siendo un emblema en la historia dela región